viernes, 4 de septiembre de 2009

Colgados

El Gordo y yo nos teníamos que ir. El cumple de Adri ya había cumplido su ciclo y ambos debíamos concurrir a otras locaciones. Salimos de aquel bar de San Telmo, ebrios, por supuesto, sin saber qué bondi tomar o de qué forma llegar a destino. Pero el semáforo rojo de la esquina me dio la solución. Una grúa se encontraba parada.
-Gordo, ésta nos lleva seguro, vamos.
-Y bueno, vamos.
Me siento en la parte de atrás y me engraso todo el pantalón. No me importaba nada. El Gordo sube atrás mientras que yo le pregunto al chofer hacia dónde iba.
-A Plaza de Mayo.
-¿Nos llevas a dar una vuelta por ahí?
–Le digo.
-Dale, vamos.
Como siempre ocurre en éstas noches alocadas, los recuerdos se vuelven difusos, pero hay cosas que si cierro los ojos las vivo como si fuera ese momento. El gordo colgado de la grúa gritando “¡vamos la Acadé!” cual barrabrava en una final, mientras dábamos vueltas por detrás de la Casa Rosada.
Bajamos en Avenida de Mayo y nos disponíamos a esperar un colectivo, ya no importaba el destino. Y de la nada aparecen unas chicas.
-Chicas, ¿para dónde van?
-Para Palermo. –No recuerdo si estaban buenas o no, así que no las describo.
-Vamos todos en un taxi. –Aceptaron rápidamente.
Terminamos todos subimos al mismo taxi y no se por qué. Bajé en mi lugar y el Gordo siguió con ellas. ¡Bien ahí papá!

3 comentarios:

  1. Jajajajajaj habrán sido solo 5 minutos, tal vez menos, pero que vuelta que nos pegamos papaaaaaaa !!!

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  2. jajajajaja que grande nachooo...!ganadorrr
    ganas mas q zulma lobato jajajaaaaaaaajajaaajajaa

    Lu!

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  3. Soy un ganador nato Lu (¿?)...

    Si Gordo, dos minutos, pero que diiiiviiiinooossss.

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